Volvió a su primer Amor

La confirmación del regreso de Ángel Di María a Rosario Central sacudió el mercado de pases y posicionó a los Canallas en las portadas de los principales portales del mundo. Claro que, para que dicho anuncio se cristalizara, hubo un nuevo capítulo que entregó, esta vez, certezas al futbolista sobre su estadía y la de sus seres queridos.

La escena con la firma del contrato pudo haberse escrito perfectamente hace un año, pero una serie de situaciones extradeportivas le pusieron un freno y en pos de priorizar la salud y tranquilidad familiar, la decisión le volvió a marcar Benfica como el destino ideal, despertando la decpeción generalizada entre los simpatizantes Canallas.

Sin embargo, y luego de meses de silencio de radio entre dirigentes y futbolista, la coyuntura deportiva que lo sostiene como un buen animador de los torneos en los que participa, con una identidad que alinea a los hinchas y una ciudad “controlada” por las fuerzas policiales le volvieron a entregar una segunda chance.

Y Ángel, esta vez, tomó la iniciativa para cumplir el último sueño que le falta para ponerle el broche a una carrera plagada de éxitos deportivos. Dejando de lado los chispazos del pasado cercano, la comunicación comenzó a reestablecerse y la estadía del astro en la ciudad antes del Mundial de Clubes, terminó por darle el calce perfecto al regreso mas importante de la historia del club y de las más relevantes del fútbol argentino.

El factor económico no es un obstáculo, ni lo fue antes, sólo que el clima en el cual afrontará este nuevo ciclo le genera una sensación de mayor contención y seguridades, trabajo mancomunado de los principales responsables políticos a nivel local y provincial.

Allanado ese factor tan sensible, y con un presente futbolístico de enorme protagonismo, sólo restaba el apretón de manos para una institución que hace pocos días confirmó haber atravesado los 100.000 socios.