9 mayo, 2025

¿Se queda sin Mundial?

Mientras tanto, el cuerpo técnico sigue planificando sin certezas sobre su presencia, y la dirigencia xeneize mantiene el optimismo, aunque con los pies en la tierra.

A poco más de un mes del inicio del Mundial de Clubes 2025, Boca Juniors enfrenta un serio contratiempo: Ayrton Costa aún no obtiene la visa para ingresar a Estados Unidos debido a una probation judicial vigente, y su participación en el torneo internacional corre serio riesgo.

Desde su llegada al club, se sabía que esta situación podía complicar su salida del país, pero en la institución confiaban en poder resolverlo a tiempo. Sin embargo, el segundo intento de trámite también fue rechazado por la Embajada estadounidense, lo que deja todo en manos de la FIFA y las autoridades migratorias de EE.UU..

La causa judicial que complica a Costa

El defensor xeneize fue beneficiado con una probation en una causa por “robo calificado en poblado y en banda”, relacionada a un hecho ocurrido en junio de 2018. En ese episodio, Costa, su hermano y otra persona fueron acusados de ingresar a robar una vivienda en Bernal Oeste. Fueron detenidos en el lugar sin armas, y como se recuperaron los objetos robados, no quedaron presos.

A finales de 2024, la primera solicitud de visa fue denegada por este antecedente judicial. Y el nuevo intento realizado en 2025 tuvo la misma respuesta. Esto lo deja, por ahora, fuera del plantel que viajaría a disputar el certamen que arranca el 14 de junio.

Boca se encomienda a la FIFA
En el club saben que no tienen herramientas legales para revertir la decisión y que la solución depende de terceros. Por eso, apuestan a la intervención de la FIFA, que podría mediar para que se otorgue un permiso especial por tiempo limitado. La esperanza es que, al tratarse de un evento deportivo internacional de relevancia, Estados Unidos contemple una excepción migratoria para permitirle a Costa disputar el Mundial.

Mientras tanto, el cuerpo técnico sigue planificando sin certezas sobre su presencia, y la dirigencia xeneize mantiene el optimismo, aunque con los pies en la tierra.