8 julio, 2025

En Ascenso

La argentina llegó a los octavos de final donde cayó ante la alemana Laura Siegemund. Es la primera vez que una “lucky loser” alcanza una fase eliminatoria llegando desde la qualy.

Solana Sierra vivió un torneo de Wimbledon inolvidable, y su actuación ya tiene múltiples recompensas. La marplatense de 21 años, que entró al cuadro principal como lucky loser, llegó hasta los octavos de final del Grand Slam londinense, donde cayó ante la alemana Laura Siegemund en dos sets. Este logro no solo marcó un hito en su carrera, sino también en la historia del certamen.

Gracias a su desempeño, Sierra sumó 235 puntos WTA y ascenderá 35 posiciones en el ranking, pasando del puesto 101° al 66°, el mejor de su carrera. De esta manera, consolida su lugar como la raqueta Nº 1 de la Argentina, aumentando la diferencia con Lourdes Carlé, que también tendrá un avance (hasta el 120°).

Además, la marplatense se garantizó un premio de 240.000 libras esterlinas (aproximadamente 327.000 dólares), una cifra que casi duplica todo lo que había ganado hasta ahora en el circuito profesional: 173.413 dólares.

Pero las buenas noticias no terminan ahí. Por su hazaña, Sierra será reconocida por el Wimbledon Lawn Tennis Museum, ya que se convirtió en la primera tenista en la Era Abierta en llegar a octavos de final ingresando como lucky loser. A pedido del torneo, donará la raqueta y la indumentaria que usó en el partido ante Siegemund, para que pasen a formar parte de la muestra permanente del museo.

Con cinco triunfos, una destacada imagen dentro y fuera de la cancha y un presente en pleno crecimiento, Solana Sierra no solo hizo historia para el tenis argentino, sino también para uno de los torneos más prestigiosos del mundo. Su participación en Wimbledon quedará grabada para siempre.